“Aceptas el amor que crees merecer”
Por: Grethel Guardia
Esta frase corta encierra una verdad tan poderosa que, cuando realmente la comprendes, puede romper cadenas de décadas de dolor, silencio y autotraición.
Cuando vives en relaciones codependientes, donde tu existencia gira en torno a las emociones, necesidades y validación de la otra persona, sueles perderte sin siquiera darte cuenta. Y cuando esa otra persona es un narcisista —un experto en manipulación emocional, en hacerte dudar de tu valor, en usar tu amor como un arma contra ti—, el daño se multiplica.
Muchas mujeres (y también hombres) me han dicho entre lágrimas:
“Yo sé que no me quiere bien, pero no puedo dejarlo.”
“Sé que me maltrata, pero me da miedo estar sola.”
“A veces es bueno, me pide perdón, y siento que lo necesito.”
Y ahí está el espejo roto de tu autoestima: aceptas el amor que crees merecer.
Si creciste sintiéndote invisible, rechazada, abandonada o humillada, lo más probable es que hayas normalizado el dolor. El desprecio te parece familiar. La indiferencia te recuerda tu infancia. Y entonces confundes amor con sobrevivir en el mismo lugar donde estás dejando morir tu alma a pedacitos.
¿Dónde comienza el cambio?
Cuando dejas de mendigar amor y comienzas a elegirte.
Salir de una relación donde hay maltrato, ya sea físico o emocional, requiere más que valentía: requiere un acto de renacimiento espiritual. Es volver a ti. Es tomar la mano de Dios y caminar hacia tu propia luz, incluso con miedo, con temblores, con lágrimas. Es entender que no estás aquí para que te rompan, sino para florecer.
El narcisista no cambiará. Su propósito es que tú pierdas tu centro para que él brille en el suyo.
Tú no puedes sanarlo. Pero sí puedes salvarte tú.
¿Cómo?
🌿 Empezando un proceso terapéutico que te permita entender de dónde viene tu herida.
🌿 Cortando el ciclo de la culpa, donde te haces responsable de las emociones del otro.
🌿 Fortaleciendo tu conexión con Dios, con tu alma, con tu valor eterno.
🌿 Recordándote todos los días que mereces un amor que no duela, que no hiera, que no te apague.
Tu amor propio será el puente hacia una vida nueva. No se trata de arrogancia ni de ego, sino de reconocer que eres hija de la luz y no viniste a este mundo para que te humillen, te controlen ni te callen.
No esperes que otro te dé el valor que tú misma aún no te has reconocido.
Comienza hoy. Ámate como nunca nadie lo hizo. Respétate como siempre lo mereciste.
Y recuerda:
✨ Cuando sabes lo que vales, no aceptas menos. Porque ahora sabes quién eres en Dios.
✨ Y eso… lo cambia todo.
Un Almabrazo enorme para ti.
Con amor,
Grethel Guardia Mentora Alto Impacto
Maestra del Amor Maestra del Amor
Maestra del Amor 💛
Instituto Guías de Luz

0 comentarios